Quiero volver a mi mundo que en este ando perdido.
Con una edad ya un poco avanzada me fijo como han cambiado las cosas y la forma de vivir hoy día los jóvenes, se ha cambiado en todo, la forma de hablar, de vestir, de comportarse, del vivir cada día, me pongo a pensarlo y me da miedo, donde vamos a ir a parar, bueno, los que lleguen.
Hoy en día se tiran las cosas lo más natural del mundo, lo mismo la ropa que el calzado, que cualquier otra prenda, no duele en tirarlo; recuerdo cuando era niño que la ropa del mayor, cuando le quedaba pequeña, se la ponía el siguiente hasta que ya se caía hecha jirones, yo no digo que eso era mejor que ahora, lo que digo es que se me ha pasado la vida tan deprisa que no me he dado cuenta de esta evolución, o puede ser que he estado viviendo mi propio mundo.
Hoy, hay que tener un móvil casi a vida o muerte, para estar comunicado, lo admito, pero a la semana de obtenerlo hay que aparcarlo porque ha salido otro modelo, con no seque función más, se ve a chavalitos que no le han crecido los dientes y ya llevan el último modelo pegado a las orejas hasta cuando están comiendo, parece que les va la vida en ello, empleando unas palabras que yo creo que ni ellos las entiende, que el whashapp, que si mail………
No acabo de entender, que haya que cambiar el móvil cada dos meses, el televisor cada año, la tablet cada cumpleaños y el portátil por reyes, la consola cada semana, dicen que es el consumo, yo lo llamaría vicio.
La verdad es que vengo de un mundo en que las cosas se compraban para que durasen y se pudieran heredar, como aquellos relojes de cuerda, la radio que se colgaba en la pared, donde se reunía la familia para escuchar música o un partido de fútbol, eso me dicen que ya pasó a la historia, que eres un nostálgico abuelo, me quiero agarrar a este mundo, pero no sé cómo hacerlo.
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