EL
PADRE NUESTRO de los afligidos
Padre nuestro que estás en los
cielos;
Señor, dicen que desde allá arriba
todo lo ves, eso queremos creer, para que veas la desigualdad que has
creado en este tú paraíso.
Santificado sea tú nombre;
Nosotros, los humildes de corazón, los
humildes de todos los placeres, los despose idos de la tierra, que
somos tan humildes que no tenemos ni parar curar nuestras
enfermedades; y menos que llevarnos a la boca, también bendecimos
tú Nombre, también santificamos tú Nombre, aunque sea con más
humildad que a los que has elegido en este placentero paraíso, para
llevar tú rebaño.
Venga a nosotros tú reino;
Tú reino ya ha llegado para algunos
sin escrúpulos, que predican austeridad para los demás, mientras
ellos viven en mansiones, sin privarse de ningún lujo, Sí tráenos
aquí tu reino de JUSTICIA y de IGUALDAD.
Hágase tú voluntad, aquí en la
tierra como en el cielo;
Si la voluntad que
tienes con los humildes de esta Tierra, la tienes lo mismo en los
Cielos, no eres un Padre justo, parece que tienes hijos y hijastros.
El pan nuestro de cada día, danos
le hoy;
Nosotros los
despose idos de todo, no queremos que nos des el pan cada día, solo
queremos que nos des trabajo, para poder llevar el pan con el sudor
nuestro, y poder vivir dignamente como un hijo Tuyo, no queremos
comedores sociales, que eso justifica a tus pastores que se creen que
con esta ayuda hacen un beneficio a sus semejantes, los que acuden a
esos centros, Señor, es que no tienen otra cosa para llevarse a la
boca, no van por placer, porque se les a quitado la dignidad y lo que
es peor la personalidad.
Perdónanos nuestras ofensas;
Que ofensas nos
puedes perdonar, si no tenemos nada con que ofender, lo único que
en vez en cuando, robamos al que tiene más que nosotros, para poder
comer, con el consiguiente agravio que si te sorprende te meten al
penal como si hubieras atracado un banco, aunque a veces se está
mejor en el penal que afuera de él, al menos comes tres veces al
día.
Así como perdonamos nosotros a los
que nos ofenden;
Señor, nosotros
no perdonamos ni olvidamos a los que nos ofenden, porque estos a los
que Tú les has beneficiado en poder, y les has colmado de riquezas,
no han sido capaces de hacer algo por los que no tienen ni donde
pasar la noche, han dejado que nuestros hijos enfermaran y hasta
morían por no tener que llevarse a la boca, ante la impotencia y el
dolor de los padres.
No nos dejes caer en la tentación;
Señor, los que
nunca hemos tenido nada, tenemos muchas y atrevidas tentaciones, pero
en cuanto tenemos alguna, tus hijos predilectos nos mandan a sus
cuerpos represivos para machacarnos a palos, Señor, nosotros también
queremos ser tus hijos, no hijastros, y pon nos donde hay, que para
coger ya nos bastamos nosotros, pero sabemos que esto es casi un
milagro, y los milagros son para tus hijos favoritos que tienen
lugares donde pueden coger y salir impunes.
Más libra nos del mal;
De que mal nos
vamos a librar, Señor, ya nos libramos de las buenas comidas, de los
buenos hogares, nos libramos de los lujos, nos libramos de llenarnos
los bolsillos con lo ajeno, nos libramos de hacer sufrir al prójimo
etc.... Señor, es que estás dormido? no ves al que vive afligido?
estos despose idos solo queremos trabajar y ganar un jornal dignamente
aquí en esta tierra, y que traigas tú reino de JUSTICIA y IGUALDAD.
Así
sea.
toño aprendiz de brujo