martes, 19 de julio de 2016


Nuevo amanecer

Cuando apenas vine al mundo en medio de la pobreza,
mi destino a sido de sombras, de tristeza y de dolor,
porque con tanto rigor la vida me castigó,
yo no necesito sombra, porque todavía no me ha dado el sol.



Conocí una posguerra con miserias y sus rencores
el sabor triste del hambre, el aroma del dolor,
así empezó el cautiverio, trabajando de sol a sol,
unos míseros arranes, me doblegan sin piedad,



Tú vida la vives con una esperanza, esa esperanza que nunca ves llegar,
por ese camino que me han metido, no creo que la vea pasar,
la bota del militar te va pisando las talones,
no te queda otra, que tener que emigrar.



Lejos de los míos, de mi cultura y tradiciones,
buscando un nuevo amanecer, que no sea de vejaciones;
cuando la vida termina, tras una cortina de años,
viviré lejos de ti, de temores y desengaños.
 
Porque con tanto rencor la vida me castigó,
yo no necesito sombra, porque jamás me dio el sol.



Toño aprendiz de brujo














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